El escape de orina nocturno puede ser la manifestación de otros problemas tales como la infección de orina o alteraciones intestinales. Ya que en muchas ocasiones el escape de orina desaparece sin tratamiento, se debe ser muy paciente y comprensivo con estos niños.
Sin embargo, después de los 6-7 años el escape nocturno puede ocasionar problemas sociales. En algunos casos, solamente limitando la ingestión de líquidos durante la noche y haciendo que el niño se levante para orinar se puede solucionar el problema.
Si persiste el escape se deben realizar tratamiento psicológico o con medicamentos.